La construcción del megapuerto de Chancay. Latinoamérica, el gran mercado emergente

Antes de referirnos a la importancia estratégica del denominado: “megapuerto de Chancay”, esto es, su valor logístico en la configuración de un mundo que se viene descentralizando, en función de una realidad global multipolar y en la profundización de las actividades comerciales entre Latinoamérica y China “el gigante asiático”, es fundamental comprender que la construcción de puertos tiene como objetivo primordial, crear estructuras que favorezcan la transferencia de pasajeros y mercancías entre mar y tierra, y viceversa. Se trata de infraestructuras que son de vital importancia para el desarrollo de los flujos logísticos, ya que son conectoras de la entrada y salida de mercancías, sirviendo como puntos estratégicos de los sistemas de producción, distribución y transporte a nivel internacional.

Como se trata de puntos que viabilizan la partida y llegada del transporte marítimo, mencionando tan solo un ejemplo de su función logística, los puertos tienen una gran ventaja competitiva a la hora de maximizar las operaciones de gestión sobre bienes manufacturados, potenciando los procesos comerciales. Las labores de embarque, desembarque, transferencia de pasajeros y carga, almacenamiento y depósito, son esenciales para la efectiva operatividad de las actividades que hacen posible el comercio entre países. Su función logística trasciende, hasta los procesos de manipulación, manufacturación y distribución, exhibiendo un carácter multifuncional que permea el ámbito productivo y logístico, expresado en actividades turísticas, industriales y de negocios, que superan la idea tradicional de mero facilitador de los procesos de intercambio modal y de los procesos de globalización.

Para conocer un poco más de cerca las actividades que se llevan a cabo en estas inmensas estructuras, es importante saber que las mismas, integran tres grandes áreas o zonas: La zona marítima, la zona terrestre y la zona de conectividad.

La primera de ellas, se refiere a la infraestructura física que hace posible el acceso de las embarcaciones hasta el puerto propiamente dicho. La segunda, está relacionada con las labores de maniobrabilidad a nivel de muelles, el abordaje y descenso de pasajeros, y lo concerniente al equipamiento y mecánica de grúas, malacates (equipos de elevación), succionadores, bombas y todo tipo de almacenaje para recibir mercancías. Finalmente, la tercera, relacionada con diferentes infraestructuras que permiten las operaciones de medios de transportes terrestres (ferrocarril y autotransportes). Se trata, específicamente, de equipos de arrastre para labores de carga o descarga de mercancías provenientes de las embarcaciones y estacionamientos y vialidades de acceso y andenes que conectan con las áreas de almacenamiento.

Lo anteriormente apuntado, refleja que la construcción de puertos traduce un tipo de obra de ingeniería realmente costosa y ambiciosa, la cual requiere del despliegue de estrategias de planificación y logística, mano de obra y recursos que permitan la creación de instalaciones y equipos necesarios para facilitar las actividades de transporte y comercialización de bienes.

Ahora, en lo que respecta a la posibilidad de materializar la tesis, en la que se vislumbra la conversión del Perú como principal centro logístico del Pacífico en América Latina, mediante la puesta en funcionamiento del megapuerto de Chancay (denominado el Shanghái de Sudamérica),  a cargo de la empresa china, Cosco Shipping, comienzan a circular opiniones de expertos que señalan que su construcción, la cual se estima en aproximadamente 3.600 millones de dólares americanos (US$), no solo será un factor de impulso a las exportaciones y a la agilización de la economía a través de la generación de miles de empleos; también, atenderá el crecimiento de la demanda portuaria, reduciendo los costos del mercado nacional e internacional y permitiendo, a su vez, el arribo de embarcaciones de gran tamaño (hasta 18000 TEU). Se trata, según informaciones del Ministerio de Transporte y Comunicaciones del Perú, de la posibilidad de redistribuir carga hacia otros países, como será el caso de Chile, Ecuador y Colombia, recibiendo a los buques más grandes del planeta, cuya capacidad de transporte será de 18000 contenedores.

La posibilidad de construir una zona de libre comercio alrededor de Chancay, traduce una historia de buenas relaciones entre Perú y China. En ese sentido, es importante recordar que Perú fue el primer país con el cual China firmó el primer tratado de libre comercio en América Latina (28 de abril del año 2009), lo que hace posible que el principal mercado para las exportaciones del Perú sea China, convirtiéndose el país asiático, en la fuente de sus inversiones por más de 8 años consecutivos.

Para que este megapuerto pase a ser el primer centro logístico del Pacífico sudamericano, es de interés precisar un poco lo que será la constitución del mismo. Veamos sus tres grandes componentes:

●       La zona operativa portuaria: compuesta por muelles tipo espigón (que salen de la tierra al mar, de forma perpendicular o con una ligera inclinación), canales de ingreso marítimos, áreas de mantenimiento y almacenamiento para contenedores.

 

●       Complejo de ingreso: que incluye el antepuerto vehicular, con puertas de ingreso y un área para la inspección de aduanas; otras áreas de servicios logísticos y oficinas administrativas y de apoyo.

 

●     El túnel subterráneo: que funcionará como conector del complejo de ingreso con la zona operativa portuaria. Con una longitud de 1.8 kilómetros y a 18 metros de profundidad, conformará un corredor vial exclusivo para el tránsito de carga, vinculado a la operación portuaria e integrado por tres carriles vehiculares, dos fajas para el transporte a granel de tipo sólido y tuberías para graneles líquidos.  

 

Como se puede apreciar, se trata, tanto de una iniciativa global del Estado Chino como de un desarrollo estratégico al norte de Lima, que, sin equívocos, constituirá un aliado fundamental en materia logística, portuaria e industrial, exhibiendo una construcción de envergadura, a través de la cual se intentará movilizar un millón de contenedores al año. 

El megapuerto de Chancay, en sus dos dimensiones: el puerto y el complejo logístico, se suman a una iniciativa de avanzada, enfocada en el libre comercio, en lograr una mayor integración financiera, una mayor inversión en infraestructura y por supuesto, una mayor conectividad del Estado Chino a nivel mundial, cuyo soporte, en esta nueva oportunidad, se ejecuta con la colaboración del gobierno peruano.  

Latinoamérica sigue avanzando como el mercado emergente con mayor potencial en el mundo. El puerto de Chancay representa una oportunidad en el continente, que transformará positivamente el intercambio comercial y el desarrollo de una variedad de industrias, que dispondrán de alternativas para ampliar y acelerar sus operaciones en la región.